El día 7 de octubre, Hamás impactó al mundo con un ataque terrorista sorpresa al sur de Israel, donde masacró a más de mil ciudadanos israelíes y tomó más de 100 rehenes. La espiral bélica que desató ese hecho se circunscribe en un conflicto de larga data entre el Estado israelí y los palestinos que habitan la Franja de Gaza, el cual ha tenido cortadas las negociaciones de paz en la última década. No hay duda de que Hamás cometió graves crímenes de guerra en sus brutales ataques y deberá rendir cuentas. Ello no significa que no deba analizarse el contexto en el que brota, que sin duda influyó en su planificación.